Análisis
– La Sociedad del Espectáculo
En la obra publicada en 1967
titulada “La Sociedad del Espectáculo”, Guy Debord habla de la sociedad
moderna. De cómo la vida es convertida en una nueva realidad impuesta por un
sistema. Dejando nuestras propias vivencias reducidas a la representación de
otros, donde el pasado se desvanece para darle paso a un nuevo presente.
Debord sostiene la idea que
antes para uno poder “ser” había que “tener”, pero ahora, ya no se necesita
“tener” si se puede “aparentar”. Gracias a esto el mundo se convierte en
imágenes y éstas se adoptan como una nueva realidad creando un “comportamiento
hipnótico”.
“El origen del espectáculo
es la pérdida de la unidad”, dice Debord. Esto surge ya que el éxito de la
dirección de un sistema de trabajo se consigue aislando a los trabajadores
entre sí y de su trabajo, haciendo que la dirección sea la única con el
privilegio de la comunicación y unidad.
Este aislamiento domina el
mundo de la mercancía, que es lo que el espectáculo te “hace ver”. Ahí es donde
el consumidor es encantado con ideas de un producto “prestigioso” y único, cosa
que es una gran mentira. El producto se vende masivamente y se vuelve “vulgar”
en el momento que ya todos lo han comprado. Y cuando esto sucede, ya hay otro
producto impuesto por el sistema que demanda reconocimiento. Generando así el
fetichismo de la mercancía.
Finalmente, Debord relata
cómo el proletariado descubre su propia fuerza y arremete contra el sistema.
Pero éste los acusa de vandalismo censurando y difamando la “irreverencia” que
cometían.
Cosa que personalmente me
parece un tanto injusta, ya que si uno no comparte un pensamiento común debería
tener la opción de no seguirlo o no hacerlo pero en ese caso, imponían maneras de vida esperando que se
acepten pasivamente, pese a que esto les quitara la libertad.
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